Opinión y Pensamiento

La estupidez en serie

El fútbol y la estupidez en serie de Fibonacci

La política en el fútbol y la estupidez en serie de Fibonacci

La sucesión infinita de Leonardo de Pisa, también conocido por Fibonacci, fue descrita matemáticamente en el siglo XIII y es algo así como una reacción en cadena que consiste en que cada término es la suma de sus dos anteriores, es decir; 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377,…

Es una sucesión que puedes encontrar en la naturaleza, bien sea la disposición de los pétalos de la alcachofa, las ramas de los árboles… o en propagación de la estupidez humana. La estupidez en serie.

El otro día tuvimos un ejemplo, el pasado fin de semana en el estadio de fútbol del Almería, en la rueda de prensa posterior al partido que había ganado el equipo de casa al Eibar por dos a cero.

Un periodista de un medio de comunicación vasco, la ETB que sigue habitualmente al Eibar, pregunta en euskera, el idioma del canal público en el espacio que disponen al principio de la rueda de prensa los medios que siguen al equipo de fuera, a Gaizka Garitano, el entrenador del Eibar, que tras escucharle, contesta en el mismo idioma.

Al poco, dos tontos del culo (José Luis Laynez y Chema Fernández) empiezan a hacer gestos provocando que el entrenador se encare y acabe marchándose ante semejante bochorno.

Desde entonces se dejó de hablar del resultado, importante para el equipo local, porque estos dos tontos muy tontos que no son periodistas y a los que la UD Almería debería retirar la acreditación de manera inmediata, no permiten el normal desarrollo de una rueda de prensa perjudicando gravemente la imagen y el trabajo de los compañeros de la prensa deportiva almeriense.

Uno, José Luis, es profesor de instituto (¿enseñará esa intolerancia a los chavales?) y el otro, Chema, es colaborador de Onda Cero y miembro de la Federación Andaluza de Fútbol, cuyo presidente, Eduardo Herrera, ante la ausencia de partidos de nuestra selección bien podría darse a conocer censurando esa actitud tan perjudicial y cateta.

Tras el ridículo las reacciones no se han hecho esperar en las redes sociales, especial mención al revuelo que monta un tuit de Samanta Villar -la periodista de aquel show televisivo de los 21 días haciendo tal o cual- que entra al trapo confundiendo lamentablemente a estos dos personajes con periodistas alimentando sin querer el desprecio hacia los profesionales de Almería y ofendiendo a andaluces que no se han enterado. Jordi Évole, el follonero, se suma también apuntando a un periodista…

— samantavillar (@samantavillar) abril 26, 2015


La sucesión continúa 1, 1, 2, 3, 5,…. y el incendio ya es avivado por todos esos trileros cuya parroquia demuestra una escasez neuronal preocupante afirmando en un dudoso léxico que hay que hablar en el idioma que todos entienden…  ¿Se habrán preguntado por qué los periodistas españoles no le preguntan a Pep Guardiola en alemán o a Antonio Mata, jugador de la Premier, en inglés?

Samanta, ante la avalancha, se explica y aclara bastante su postura pero no rectifica y sigue firme en su crítica «a los periodistas»…

Es tal el ruido que genera la historia que hasta se hace eco la prensa internacional, retratando injustamente como intolerantes a los periodistas almerienses. En The Guardian los mentan de «anticuados». La reacción de la Asociación de Prensa de Almería al incidente no se hizo esperar, su presidenta, Covadonga Porrúa, aporta bastante luz en todo este embrollo y lo deja toda claro en su artículo Barkatu Garicano.  

Pero difícil que lo lean los que gustan mezclar fútbol y política de masas, o los que viven de la provocación. Al final a muchos lo único que les quedará será que los periodistas de Almería son retrógrados e intolerantes. Lo mismo alguno sabe que esa combinación, la del fútbol y la política surgió en los años cincuenta, cuando un ministro franquista tiró del deporte rey como punto de fuga para una clase obrera que llevaba de postguerra desde el 14 haciéndoles creer que en Madrid, por ejemplo, había dos equipos; el de los patronos y el de los obreros, el equipo de los ricos y el de los pobres. Pocos se dieron cuenta que ambos presidentes, el del Madrid y el del Atleti tenían más o menos el mismo dinero en el banco (y los mismos favores de la dictadura) y que las entradas para ver a cualquiera de los dos equipos costaban el mismo precio. Por eso algunos creen que el Madrid era el equipo del gobierno… El Pan y circo que decían los romanos. Poco después le copiaron la idea desde Barcelona, por eso allí son Mes que un club… Hasta se exportó a la Argentina con River y Boca, millonarios y xeneizes (migrantes italianos)…

Por cierto, ¿son más caras las entradas en el Benito Villamarín o en el Sánchez Pizjuán? ¿En Los Cármenes o en La Rosaleda?

Tono Cano
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