¡Toca breakbeat, perro!
Todo un descubrimiento para esta primavera. Cogiendo lo mejor de Tortoise, Eleventh Dream Day y de Mogwai (por resumir mucho), los sevillanos Blusa acaban de publicar ¡Toca breakbeat, perro! (Sello Salvaje, 2014), un catálogo de sonidos progresivos, guitarras espaciales, ritmos que beben del jazz en ocasiones y en otras se suceden con la precisión matemática del kraut-rock. Lo que en los noventa comenzó a llamarse post-rock, esa curiosa etiqueta en la que entraba todo “lo raro” del momento.
Las guitarras de Jorge Marmesat y Daniel Berja dialogan más que competir, sobre la base que crean el bajista Curro Molina y el percusionista Antonio Ortiz (miembro junto a Berja de otro recomendable grupo: Pinocho Detective). Las canciones van creciendo, sinuosas, escurriéndose en ocasiones por lugares no esperados, pero siempre llegando a buen puerto.
Temas como Facenda, Labrador, Arcofleha o Blowjob apuntan alto y dan en la diana. Y el resultado global de ¡Toca breakbeat, perro! es de notable muy alto. Así que añadan el nuevo álbum de Blusa a su lista de discos pendientes, no ya solo porque el grupo sea una especie de rara avis en el panorama del rock andaluz o español, sino porque además podría competir tranquilamente con bandas anglosajonas de amplia trayectoria a sus espaldas y luchar hasta el final por el campeonato.
También te puede interesar...
- Javier Gilabert gana el XV Premio de Poesía Blas de Otero con ‘Todavía el asombro’ - diciembre, 2022
- Un destello de luz en la noche más oscura - marzo, 2021
- ‘Anacronía’: el mapa emocional de la memoria - diciembre, 2020
