Marrulleros
1. Si alguien quiere limitar los mandatos de los representantes públicos y, ademas, es responsable de un Ejecutivo, solo tiene una cosa que hacer: legislar para limitar los mandatos de los representantes públicos (y despues ponerse límite él).
2. Confundir los intereses de un grupo partidario (partido) con los intereses de una comunidad es una vieja práctica política que trae como consecuencia el radical desinterés (y desprecio) de una parte de la ciudadanía hacia el ejercicio de la política.
3. Confundir el debate del Estado de una Comunidad (singularmente la que más parados tiene y la que acumula los mayores índices de pobreza relativa y absoluta) con el debate interno de un grupo partidario (partido) embarcado en la sucesión y el poder de sus dirigentes, es una vergüenza. Denominar a ese ejercicio como «tomar la iniciativa» es, igualmente, otra vergüenza.
4. Quienes defienden la igualdad de oportunidades en tiempo, espacio y forma no pueden ni deben negar esa misma igualdad de oportunidades cuando establecen procesos (primarias) y tiempos (julio) que atentan contra ese mismo principio de igualdad.
5. Quienes toman decisiones, legítimas y legales, que condicionan, cambian o transforman la vida de las gentes deberían recordar (y no repetir) el conocido Principio de Peters, que establece que «con el tiempo, alguien puede ascender hasta su nivel máximo de incompetencia». Igualmente, deberían recordar las Leyes de Murphy que se resumen en que «si algo puede salir mal, saldrá mal».
Nota: Marrullero es quien actúa aparentemente con buena intención pero en realidad hace trampa para alcanzar o conseguir otro objetivo.
La vida continúa. Lo demás es espectáculo.
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