Malagueña de la Trini
o cómo Jota y Soleá Morente evocan el espíritu de Chacón
«Decir Chacón en el cante por malagueña es decirlo todo, pues él, prácticamente en este cante, fue su revalorizador, su jerarquizador, su mejor intérprete, su divulgador y su creador genial…» José Blas Vega, biógrafo de D. Antonio Chacón
«Indudablemente fue Chacón el heredero de Silverio Franconetti, cuyo «enciclopedismo» mantuvo. Sin embargo, no cultivó como especialidad las siguiriyas, sino la malagueña y los cantes levantinos” Ricardo Molina y Antonio Mairena
El jerezano Antonio Chacón, que se ganó popularmente el título de don por sus múltiples aportaciones al flamenco —entre ellas la creación de varias malagueñas, granaínas y la invención de la media granaína—, desarrolló una técnica que por su creatividad y matices influyó en muchos de los cantaores de la época y posteriores, entre ellos, destacado, Enrique Morente. El Ronco del Albayzín grabaría en 1977 un homenaje al maestro jerezano -con Juan Habichuela a la guitarra- con algunas piezas memorables.
Dos de ellas, A qué tanto me consientes y No me habías de conocer, se unen, como ya lo hiciera Chacón en la única grabación que hizo de dos malagueñas en la misma pista, en un dúo de Jota con Soleá y se convierten en parte destacada del nuevo proyecto de Los Evangelistas con Soleá Morente para homenajear a Enrique Morente.
La cadencia andaluza de la Malagueña de la Trini, y su melodía, con la suma de la producción de Martin Youth, le dan un aire evocador, que confiamos, hará perdurar en la memoria de un nuevo público los cantes antiguos de finales del siglo XIX.
Si tú no me has de querer,
a qué tanto me consientes,
mátame ya de una vez
porque yo te perdono la muerte
que ya no quiero padecer.
No me habías de conocer
si me trataras de nuevo,
no me habías de conocer;
porque tengo distinto genio
y otro modo de querer
más cariñoso y más bueno.
No es esta la única canción de Encuentro que tiene escondida alguna joya; en No solo yo aparece un cante, la soleá que no canta Soleá, que bordaba el descubridor de Antonio Chacón, el maestro Enrique el Mellizo, y que, según cuenta la memoria popular ya que no dejó nada grabado, hizo llorar al mismisimo Manuel Torre cuando lo escuchó por primera vez, antes de que ambos compartieran cartel en incontables ocasiones…
Y de bichitos comío
En habiendo en este mundo
quién te quiera más que yo
debajo tierra me meto
donde no me vea ni Dios
Cobitos, granadino de adopción, sí dejó grabado el cante…
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