12M, un vals al sol de mayo
«Encadenar las fuerzas ciegas, ordenándolas al cumplimiento del Destino Humano, es crear fuerza consciente»
Blas Infante. Ideal Humano, en Ideal Andaluz.
Los ojos y la conciencia forman parte de nuestro mejor patrimonio: el cuerpo. Ser, tener cuerpo y además conciencia es un ejercicio de civismo activo. Nadie lo duda a estas alturas. Pero, ¿cuántos estamos dispuestos a estar de ojos abiertos?
La humanidad, que somos todos, mañana se enfrenta a la ceremonia colectiva del alzamiento de los párpados. Como escenario, un mundo roto a golpe de dictaduras, mercados, hambres, guerras e intereses. En el vestuario aguardan la injusticia, la corrupción, la desigualdad y la represión. El público espera, casi dormido. Pero, ¿qué ha de ocurrir para estar de ojos abiertos?
Quizás haya que pensar en activar nuestro mejor patrimonio, el cuerpo, como un ente global e íntegro. Activar es, básicamente, poner en movimiento. Pero también es parirse de nuevo. Y parir indudablemente acarrea un nacimiento. Algo ha de nacer para estar de ojos abiertos. ¿Nacer?
A Afrodita en el Himno de Homero se le identifica con la Naciente. Días de Afrodita son aquellos en los que todo empieza de nuevo, hasta las nubes. Y por supuesto la gente. Días llamados a marcar una renovación del curso de la historia. Días que rompen la fuerza de la inercia, como el de mañana.
Mañana está llamado a ser eso: un día naciente. Ya puede la humanidad prepararse, despertar, afinar la voz, cargar las mochilas de razones, de causas, y salir a la calle. Ya podemos ir avisando a nuestro cuerpo.
Mañana es el principio de un tiempo nuevo. Con la palabra de nuestro lado, tomándola, teniéndola, haciéndola nuestra. En paz. Con los ojos abiertos. Juntos, pensando en voz alta. Cuerpo a cuerpo en un vals colectivo. Danzando por la justicia global al sol de mayo.
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